lunes, 28 de junio de 2010

Microhistoria IV

Desapareció tras una esquina del papel. Allí, entre las ideas preconcebidas y los prejuicios moralistas. Un día cerré el cuaderno, y no la volví a ver. Dijo que estaba cansada de saber siempre el final. Que ya no le interesaba, porque sabía que algún día todo iba a terminar. Que el bueno sería feliz por siempre jamás, y del malo nadie se iba a acordar. Que quería un final alternativo… o, simplemente, que no quería acabar.

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